sábado, 23 de febrero de 2013

Organización Mundial: 22 de julio




Noticias del globo a día 22 de julio.

-Para entender este nuevo marco mundial, debemos partir de la base de que no hay bloques definidos que vayan unos contra otros. Esta guerra es una completa anarquía, en la que todos velan por sus propios intereses sin pensar en los vecinos. Por otro lado, esta información la sabrán los lectores, pero no las potencias, por lo que no es de extrañar si a lo largo de la historia los personajes se extrañan con noticias nuevas para ellos. Comenzaré un breve repaso de las potencias más importantes, con sus acciones en estos 15 días, y pronto colgaré otro estracto con potencias menores:

EEUU:
            En primer lugar, EEUU han firmado un tratado llamado Vancouver-Chicago, según el cual EEUU apoyará con material armamentístico y con tropas a Canadá mientras que esta dará el soporte sanitario y el bloqueo por el norte en caso de un ataque ruso.
            Así mismo, este tratado se extiende también a lugares como Libia o Israel, desde hace unos días bajo protectorado estadounidense. Este tratado expresa la completa ayuda de Canadá de forma económica y sanitaria en las posibles campañas desarrolladas en estos lugares.
            Por otro lado, Barack Obama ha pedido encarecidamente a David Cameron que cese por el momento su expansión territorial tras la anexión de Irlanda del Norte. David Cameron no ha respondido aún a la reclama de EEUU.
            Se comenta que probablemente Hillary Clinton ha viajado a Sydney para entrevistarse con Quentin Bryce, pero se desconocen los motivos que pueden llevar a este acercamiento Australia-EEUU.
Francia:
            Tras la desintegración de España, que trataré proximamente, Francia se hizo con la zona de la antigua Marca Hispánica de una forma completamente pacífica y por voluntad del propio pueblo, según periódicos franceses y catalanes, aunque la realidad podría ser otra.
            Además, ha firmado con otros paises la Liga Francófona, que afectaría a Francia, Bélgica, Suiza y Luxemburgo, y sería un tratado en el que todas estas potencias trabajarían en un bien común NO BÉLICO, dado la neutralidad histórica de Suiza en los conflictos militares.
Alemania:
            Tras la anexión voluntaria de Austria, Alemania ha permanecido muy tranquila, aún con la esperanza de mantener con algo de honor una Unión Europea que está al borde de la destrucción. En estos momentos, tan sólo Alemania y los paises del norte se ven interesados en mantener esta entidad en pie.
Liga Árabe:
            Esta Liga incluye a todos los paises incluidos. Tras una reunión de urgencia, en la cual no se ha sacado nada en claro, se determinó expulsar a Libia y a Siria, tras los últimos conflictos apoyados por Rusia.
            Por otro lado, y hablando de Siria, Turquía ha decidido declarar la guerra a este pais en conflicto, pero desconocemos si esta declaración se llegará a formalizar como amenaza.
            Egipto ha decidido abandonar la asamblea debido a su proceso de elección de nuevo gobierno.
            Así mismo, se está tratando de decidir un país que sea el referente de la Liga en la toma de decisiones. Irak y Arabia Saudí son los paises que suenan con más fuerza.
Rusia:
            Su inmovilidad, exceptuando el conflicto sirio, está enfadando a propios y a extraños. Vladimir Putin evita cualquier tipo de preguntas de índole ajena a su propio pais.
China:
            China ha mandado una misiva a Hong Kong exigiendo su unión a China de manera pacífica. No se espera una respuesta, por lo que se han comenzado los preparativos para una campaña que se vería apoyada por Corea.
Corea:
            Kim Jong Il ha declarado la guerra a Japón, desoyendo las recomendaciones de la OTAN.

jueves, 14 de febrero de 2013

Sin Nombre. Capítulo VIII


-Bien, comienza a hablar de esos dichosos informes.
            -Ramón, debo deciros que igual es demasiado fuerte lo que vais a oir. Es algo realmente preocupante, que cuando lo leí, me dio miedo hasta a mí. Pero es necesario que lo oigáis todos, porque es muy importante.
            Ramón caminaba impaciente de un lado a otro de la sala, mientras Carlos agarraba un cojín con las manos, y las tres chicas miraban impacientes sentadas en el suelo. El reloj ficticio que todos habían imaginado sobre la cabeza de Bucher se volvió más borroso a cada palabra que esbozó en aquella tarde el general. Esa esperanza de ver correr el tiempo para la salida del búnker se desvanecía poco a poco, como la nieve alojada en las montañas en los últimos días de febrero. Como la vitalidad color verde de las hojas de los érboles en pleno invierno. Como la inocencia de aquella niña que se veía obligada a escuchar la cantidad de atrocidades que se plasmaban en la boca de aquel militar. Probablemente, tras aquella tarde, nada volvería a ser igual en ese búnker.
            -Bien, pues como todos sabéis… - comenzó Bucher así su locución – Mi golpe de Estado ha fallado. Esto es un problema muy gordo… Probablemente ahí fuera reinará la anarquía, o peor aún… Un gobierno comunista. Deberíamos asustarnos si ello ha sido así, porque es probable que nos estén esperando cuando salgamos, y muramos todos. Yo, por ser al que están buscando, y vosotros, por darme asilo y refugio. Preparáos para lo peor.
            Los chorretones de sudor caían con rapidez sobre la camisa de Bucher, que había perdido su color original conforme pasaban los días y las sensaciones en su organismo. El sudor de la frente se mezclaba en el tórax con el emanado de los sobacos, en una sensación indescriptible de suciedad y, progresivamente, de una humedad en el ambiente que crecía a pasos acompasados. No era la excepción. En todos estaba sucediendo algo parecido.
            -Podríamos decir que en marzo comenzaron a caer los últimos reductos de imperialismo en el norte de África. Primero fue Egipto, después fue Libia, de la forma más violenta que se recuerda en las últimas décadas, y teníamos informes de que Yemen y Siria no correrían un destino diferente. Esto podía ser un arma de doble filo… Podría conseguir el pueblo el poder, pero por otro lado…
            -¿Vuestro miedo era que los islamistas se hicieran con el poder?
            Bucher fulminaba con la mirada a Verónica, que había efectuado la pregunta con un tono parecido al sarcasmo pero sin llegar a concretarlo por reflejar su propio “miedo” a que esa afirmación fuera cierta.
            -Si. Ese era el miedo. No soy economista, ni vosotros tampoco, y, de hecho, lo único que puedo hacer es daros una explicación de economía de bar. Pero… - dijo Bucher esbozando una sonrisa entrecortada, mirando a cada uno de los presentes – así lo entenderemos todos. Si los islamistas llegaran al poder, ello implicaría el cierre de los pozos petrolíferos a EEUU, comerciando sólo con Rusia, que a su vez encarecería el precio ante una posible compra de los yankees. Esto acrecentaría la crisis global  a niveles prebélicos. En el fondo, eso era un contexto prebélico. Por eso EEUU lanzó las primeras bombas H3Z sobre Libia, para parar una posible rebelión. En el fondo, a EEUU le venía bien tener a Mubarak y a Gadafi ahí arriba, porque se aseguraban que esas zonas no se rebelarían…
            -No siempre es así. – Dijo Ramón rapidamente.
            -Así es, y por eso estamos aquí. En los informes sobre los lanzamientos de bombas en Libia, había reflejado algo que era absolutamente insólito. Un control de reconocimiento espía chino avistó por casualidad lo que pareció un cyborg.
            -¿Un cyborg? – Dijeron los otros 5 a la vez.
            -Si, una persona completamente cubierta de láminas de metal, con cañones asociados a unas estructuras metálicas que hacían la función de piernas. Con un casco con visera que recubría el rostro del sujeto en cuestión. No sabemos qué hacía ese cyborg ahí, ni sabemos tampoco cómo pudo desaparecer sin dejar más rastro que el desmembramiento de una mujer cerca de un pozo. No sabemos para quién trabajaba, si es que participaba en algún bando. – Tras un breve suspiro, prosiguió – La información acerca del cyborg nos la facilitó un espía infiltrado en el propio gobierno chino. Fue descubierto y desde entonces no sabemos nada de nuestro contacto. Esto provocó que Jiang Zemin sufriera un complot hacia su persona. Fue acusado de traidor por colaborar con nuestro espía y fue asesinado junto a su familia en el más absoluto secreto. Y esto lo sabemos, porque nos enviaron el video, en el que Zemin era obligado a matar a nuestro espía, y después él era asesinado ante los ojos de su familia. Las vejaciones que sufrieron los cadáveres después os las ahorraré. La muerte de Zemin provocó una radicalización de la política china, y un acercamiento muy peligroso a Corea del Norte, que realmente tenía un programa nuclear muy elaborado y conciso. Todo esto os lo cuento de forma breve, pero así lo entenderéis todos.
            -Continúa. ¿Qué tiene que ver España en todo esto? – Dijo Carlos impaciente.
            -En principio, España no tenía nada que ver. Pero estaba muy cerca de Egipto y de Libia, ya sabéis. Sí, más cerca está Italia por ejemplo, pero Italia no tiene una tradición… islámica, por así decirlo. Así es, todavía creen que al-Ándalus les pertenece, y querían recuperarlo a toda costa. Es la única explicación posible, es muy pueril, pero no teníamos datos acerca del interés que podía suscitar España a estas zonas. Fue en estos momentos cuando el rey cayó de un disparo en la sien, a manos de un terrorista al que la policía llevaba vigilando durante mucho tiempo, y fueron incapaces de pararle. Pronto se descubrió que era un infiltrado de Kim Jong Il. Pero no nos adelantemos. En estos momentos no debe existir ni ONU, ni OTAN, ni Unión Europea. Alemania y Francia pidieron como ya sabéis a la ONU la entrada en Libia de forma humanitaria para arreglar la destrucción que EEUU provocó sin tener en cuenta la voz de la ONU. Tan sólo dos paises se opusieron: EEUU y Rusia. Jamás entendimos por qué Rusia hizo eso, pero eso provocó que China, Irán y Corea del Norte se opusieran también. Esto hizo perder popularidad internacional a EEUU que rapidamente se desligó de los otros 4 paises. Rusia ni confirmó ni desmintió la alianza con los anteriores paises. Pronto más paises se sumaron a China y compañía: Venezuela, Bolivia, Cuba…

            Ramón asentía, interesado con cada palabra que esbozaba el militar, cosa que llamaba mucho la atención de Carlos, que desde hacía un rato había dejado de observar a Bucher para centrarse en Ramón. Había soltado el cojín y había arqueado sus brazos sobre sus rodillas, estudiando cada posible gesto sospechoso que pudiera hacer Ramón. Mientras tanto el general proseguía su locución.
            -Estos paises, a excepción de Rusia y de EEUU, decidieron abandonar con rapidez la ONU, lo que provocó que EEUU se mostrara hostil hacia estos territorios, mientras que Rusia decidía posicionarse de forma neutral.
            -¿Estamos hablando de una nueva Guerra Fría? – Dijo Claudia cortando al militar.
            -No vuelvas a interrumpirme, mujer. – Bucher cerró la boca mientras veía cómo Claudia le hacía burla y se reía en su cara. Cuando acabó la joven, prosiguió. – No hablo de una guerra fría. Ni siquiera defiendo lo que hizo EEUU. Cuento lo que pasó, y es esto. La ONU se vio desbordada, ante una situación que se le iba de las manos, pero debía actuar rápido si no querían acabar como la Sociedad de Naciones. Fue en este momento cuando la ONU dio un ultimatum a los paises que abandonaron la Organización. Los paises que no estaban a favor del ultimatum, como Argentina, Afganistan o Chile, decidieron abandonar también la Organización. Fue en este momento cuando Corea del Norte invadió Corea del Sur sin apenas resistencia y amenazó claramente a Japón, que exigía acciones sobre Corea. La respuesta a Corea fue la invasión de Alemania a Austria, rapidamente solucionada por la diplomacia de Heiz Fischer y del canciller Werner Faymann, en un intento claro de evitar una nueva guerra en Europa. Realmente esos austriacos se bajaron los pantalones esperando una violación inminente. Por si fuera poco, Gran Bretaña invadió Irlanda del Norte, y no obtuvo ninguna resistencia. Ninguna. Todos los paises querían evitar la guerra, y se rendían con facilidad. Libia pasaba a ser un protectorado estadounidense al no oponerse la ONU a ello. Y es en este momento, cuando el avión presidencial explota.
            Nadie dijo nada al oir estas palabras. Nadie se atrevía a mirar a Bucher, que comenzaba a incomodarle tanto silencio, así que decidió romperlo de forma tajante.
            -Nosotros no hicimos ese atentado. De hecho ni tan siquiera teníamos planeado en estos momentos un golpe de Estado. Pero cuando me llamaron en plena noche, confirmándome la explosión, lo vi claro. Todos necesitábamos asimilar todo ese aluvión de noticias. Miradme, por favor. Todos, todos necesitábamos tiempo para asimilar todo aquello. Europa se estaba volviendo loca, EEUU comenzaba a expandirse sin oposición, como Corea, y Rusia no tenía provisto hacer nada. Y todos estos atentados… Estábamos indefensos, y aunque el ser un protectorado yankee era lo mejor que nos podía pasar, necesitábamos tiempo. Porque había muerto un hombre que había dado su vida por España, que había parado otro Golpe de Estado, y que se merecía otro final. No soy un santo, pero en ese momento no miraba por mi propio beneficio. Está en vuestras manos creerme o no.

            Carlos seguía mirando a Ramón, que no parpadeaba ante lo dicho por el militar. Claudia ya no sonreía. Claudia ahora estaba alterada, tratando de controlarse ante todo lo que había dicho. Laurita miraba a su hermana tratando de ver si ella lo entendía. Verónica estaba confusa, no parecía entender nada de lo que le había dicho. Se tapó la cara con las dos manos y permaneció así durante minutos. Bucher miraba al suelo, con la esperanza de que le soltaran de esa incómoda silla. Ramón le miraba fijamente, con una postura absoluta de frialdad ante lo dicho. Carlos se levantó rapidamente.
            -Bueno, ¿Se puede saber qué te pasa?
            -No entiendo… - Se apresuró a decir Ramón, sorprendido por la reacción.
            -Ni has pestañeado cuando has oido lo dicho por este capullo.
            -Quizás es porque no me sorprende…
            -¿Qué no te sorprende? ¿Ahí fuera está muriendo gente y no te sorprendes? ¿Qué clase de bicho raro eres tú?
            Carlos se llevó las manos a la cabeza y comenzó a andar de un lado a otro intentando tranquilizarse, pero Claudia y Verónica no apartaban su vista de él, algo que le incomodaba.
            -¿Sabes lo que creo, Ramón? Que este tipo y tú estáis compinchados. Si, es así. Creo que Ramón hizo el búnker para dos personas porque esperaba a la sanguijuela de la silla. Creo que no esperaba ni de coña que nosotros cuatro estuviéramos aquí, y de no ser por el golpe de Ramón, probablemente nos habrían matado ya y nos estarían comiendo. Creo que el paripé que montásteis antes de entrar aquí fue eso, un paripé, para acabar con los soldados de este tipo, y de paso, quién sabe, acabar con alguno de nosotros. Y estoy seguro de que en cuanto salgamos, si no vigilamos las armas, nos van a volar la cabeza.
            -Te estás equivocando. Yo no conozco a Ramón de nada – le espetó Bucher con rapidez – de hecho, fue uno de mis soldados el que me habló de este refugio.
            -No te creo una puta mierda, rata. Seguro que lo que has dicho antes es basura, sucia mentira para que te creamos en tu papel de víctima y te soltemos y así nos mates, porque sabes que si cuentas la verdad no te soltaremos nunca y acabarás con una bala entre ceja y ceja.
            -No te hagas el héroe, machote. Deja de ver películas de espías y vuelve al mundo real.
            -Si vuelves a hablarme de esa manera te mato, capullo. ¡No voy a dudar en reventarte el pecho con una bala de escopeta, así que no me toques las pelotas, y reconoce que Ramón y tú estáis compinchados!
-¡¡NO CONZCO DE NADA A RAMÓN!!
-Yo si. – Dijo Ramón, para el asombro de las tres chicas y del propio general – Pero eso es otra historia. Si no te importa, Carlos, deja acabar al Bucher, y después decidiremos qué hacer.
-A la mierda, capullo. ¡Nos has engañado durante todo este tiempo! Seguro que ni estaba desmayado, tenía comida escondida o algo por el estilo.
-Déjate de paranoias, tranquilízate.
-No me digas que me tranquilice, gordo. – Dijo Carlos agarrando del brazo a Ramón, que rapidamente le aplicó una zafadura, le agarró el brazo derecho por la espalda provocándole una luxación y controlándole. Le obligó con la luxación a tumbarse en el suelo, y le aplicó una llave con la que tranquilizó a Carlos hasta desmayarle. Después le colocó de forma lateral y se levantó.
Las chicas estaban horrorizadas ante lo que acababan de ver. Los ojos no podían estar más abiertos. Laurita lloraba en silencio detrás de su hermana, que no se creía lo que acababa de ver. Jamás pensó en que su vecino, aquel hombre aparentemente inofensivo, sería capaz de hacer eso. Aunque realmente no le debía sorprender aquello, teniendo en cuenta que tenía un búnker en su jardín. Ni tan siquiera Bucher se creía lo que acababa de ver, por lo que se había callado al instante. Ramón se colocó en el centro de la sala, y comenzó a hablar.
-Bueno, creo que por hoy ya es suficiente. Bucher, te quedas sin mordaza a partir de ahora. Vosotras, a dormir ahora mismo. Por Carlos no os preocupéis. Voy a atarle, y a amordazarle, y pronto decidiremos qué hacer. Pero ya basta de discusiones por hoy.

sábado, 2 de febrero de 2013

Sin Nombre. Capítulo VII


            Verónica se levanto a toda prisa, a punto de tropezarse con su propio pie, y se abrazó con mucha fuerza a Ramón. El tiempo que llevaba esta joven esperando aquel abrazo no lo sabía nadie. Claudia sonreía ante la escena, probablemente la más tierna en lo que llevaban de cautiverio en ese búnker. Carlos asentía la cabeza, señal de complicidad con la pareja de vecinos, apoyada con una sonrisa de oreja a oreja. Verónica abrazaba hacia su cuerpo a Ramón con tanta intensidad que facilmente podrían haberse confundido el término de un cuerpo y de otro. Verónica comenzaba a darle besos en la mejilla, y a decir entre sollozos lo preocupada que se encontraba y el miedo que tenía de no volver a verle vivo. Ramón expresaba tímidas carcajadas, intención de mostrar la complicidad con la joven, y finalmente se separó, para coger aire, y para descansar un poco.
            -Pensámos que no te volverías a levantar… - Dijo Carlos con la voz algo temblorosa, como si estuviera viendo a alguien que acabara de resucitar.
            -Realmente hará falta algo más que un simple golpe en la cabeza para acabar conmigo… Estuve mucho tiempo desmayado, pero perdí la noción del tiempo…
            -Aproximadamente unos quince días… - Se apresuró a decir Claudia. – Pero realmente no lo sabemos. Estoy empezando… - decía mientras se levantaba, echando una sonrisa mezquina a Bucher. – a perder la noción del tiempo yo también.
            -¿Y por qué está ese atado a la silla?
            -Pensamos que era mejor así. – Respondió Carlos con la mayor tranquilidad del mundo. – Y si te soy sincero, es mejor. Intentó robarnos las armas, ponernos a unos en contra de otros, y mira a Laurita de una forma muy rara…
            Ramón miraba a Bucher, que no apartaba la mirada, y ni se amedrentaba ante un hombre que había acabado con todo su poder en una muestra clara de desafío. Ramón le sonrió irónicamente, y se sentó en el sofá, mientras no quitaba ojo al general. Movía el cuello de un lado a otro, de arriba abajo y en formas circulares, haciendo sonar todas y cada una de las articulaciones, y consiguiendo que Claudia pusiera muecas de dolor a cada sonido. Finalmente, Ramón se acomodaba entre los cojines y procedía a dar parte de la situación.
            -Realmente, después de lo que Carlos me dijo, es un auténtico milagro que esto siga en pie. La grieta de ahí – dijo señalando a la grieta tapada con yeso por el manitas – parecía que acabaría por sepultarnos a todos. Por suerte no ha sido así. Es extraño que en quince días no os hayáis hecho ninguna pregunta acerca del cómo saldríais de aquí si yo moría. Mientras yo estaba desmayado en esa cama, debo decir que un montón de pensamientos han rondado por mi cabeza. Había una serie de voces que me atormentaban y que trataban de contradecirme conmigo mismo, que trataban de ponerme en contra de otras voces, y que trataban de ponerme literalmente nervioso y de volverme loco. He pasado miedo, aunque realmente, una de las voces que me hablaban, era el propio miedo… - Dijo, mientras se metía con ahinco el dedo índice en la oreja – Aún me siguen pitando los oidos por la explosión… Esas voces me hicieron repasar todo lo ocurrido en mi vida, paso por paso, hasta llegar al momento actual, y sólo cuando obtuve una revelación, me permitieron salir del estado en el que me encontraba.
            -¿Y cual era esa revelación? – Preguntó Claudia con interés.
Ramón se quedó pensativo, mirando al suelo, mientras sus manos comenzaban a temblar, debido al esfuerzo que debía suponerle todo aquello. Las gotas de sudor comenzaban a caerle por las mejillas, y las venas comenzaban a marcarse a sobremanera en el dorso de las manos. Comenzaba a verse de nuevo preocupado a Ramón, que tímidamente esbozaba una sonrisa. Incorporaba el rostro para mirar a los demás, y comenzó a hablar de nuevo:
            -Es algo acerca de mi vida, del cómo he tratado a mis semejantes, y a mí mismo… Es una conclusión acerca del cómo debo encauzar mi vida a partir de ahora. Creo que algo dentro de mí me ha dado una segunda oportunidad, una nueva oportunidad de hacer algo grande, y voy a aprovecharla. Cuando salgamos de este búnker, va a ser complicado saber a dónde iremos. Realmente será muy confuso todo. Probablemente seremos los únicos seres humanos con vida en kilómetros a la redonda, pero no sabemos si han lanzado más bombas en el pais o si la gente ha decidido huir de la radiactividad. Aquí, aunque tenemos el riesgo de derrumbe por la grieta, podemos decir que estamos a salvo. Cuando salgamos de aquí no lo estaremos. Puede que nunca volvamos a estarlo al salir de aquí. Lo que si que sé, es que deberemos permanecer unidos para nuestra propia supervivencia.
            -¿Nuestra propia supervivencia? – Repitió Verónica con interés. - ¿A qué te refieres?
            -Me refiero a que no estaremos expuestos a todos los peligros del mundo. A animales que no hayan muerto por la radiación, a otros animales que estén hambrientos, a minas que hayan puesto en una guera, a un sinfín de posibilidades de exterminio. No sabemos lo que está pasando ahí fuera, y ni siquiera sabemos si fuera podremos volver a probar bocado. Deberemos aprovechar cualquier cosa para nuestra supervivencia.
            -Me intriga saber cómo demonios aguantaste tanto sin comer ni beber y sin atención médica… - dijo Carlos intrigado.
            -Oh, eso… Supongo que habrá sido un milagro o algo parecido… Creo que en los tiempos que corren, esto ha sido una llamada a la esperanza, y debo estar agradecido a lo que esté ahí arriba, por traerme de vuelta al mundo de los mortales… Aunque igual hubiera sido mejor haber acabado con todo.

            El silencio se hizo en la habitación. Varónica y Claudia se mirabansorprendidas y a la vez intrigadas por las palabras de Ramón, al cual no le quitaba ojo un incrédulo Carlos, que parecía molesto con la explicación de Ramón. Bucher llevaba ya tiempo callado y sin intentar escabullirse, lo cual suponía un alivio para todos los presentes. Tras unos instantes de silencio, Laurita se despertó, y entró por el umbral de la puerta a la habitación donde se encontraban los adultos. Laura comenzó a llorar al ver a Ramón despierto, tal vez por la impresión, o tal vez por miedo al creer que estaba muerto; y se abrazó inmediatamente a Verónica, que trataba de consolarla. Ramón se reía tímidamente, y Bucher plasmaba su mirada de nuevo en Laurita, que le miraba de reojo con recelo. Carlos se percató de esto y sugirió de forma inquisitiva y sin lugar a réplica que las tres chicas abandonaran inmediatamente la habitación, para dirimir ciertos temas con el general. Las chicas obedecieron, y Carlos dio un sonoro puñetazo en la pupila derecha a Bucher, que caía hacia atrás, golpeando su cabeza contra la pared, y comenzando a sangrar. Carlos lo reincorporaba, y le quitaba con violencia el esparadrapo de la boca. Bucher dio un sonoro grito, que fue respondido con otro puñetazo, esta vez en la boca del estómago. Ramón se levantaba y se interponía entre los dos, agarrando el brazo de Carlos y obligándolo a sentarase en el sillón. Carlos obedeció a regañadientes mientras no quitaba ojo al general, que escupía al suelo un poco de sangre. Ramón observabó esto, pero decidió no darle demasiada importancia.
            -Bien… ¿Alguno de los dos piensa decirme qué ha pasado?
            -Ese gilipollas – se apresuró a decir Carlos – ha intentado ponernos a Claudia y a mí en contra. Ha intentado robar las armas para tener el control del búnker, y ya has visto como mira a la niña.
            -No te pienses cosas raras con la niña, bastardo – se apresuraba a decir el general – pues ya sabes que sólo tengo ojos para ti.
            Carlos se levantaba de nuevo, pero Ramón le interceptaba el brazo antes de soltar un nuevo golpe al militar. Carlos, tras unos instantes de tensión, se volvía a sentar.
            -En mi defensa diré… - Comenzó a decir Bucher – que necesitamos un mando fijo. Necesitamos a alguien que lidere a este grupito hasta la salida, necesitamos a alguien que consiga cuidar de todos y que nos proporcione alimentos o por lo menos un lugar para sobrevivir sin depender de si esa grieta cede o no. Y dado que Carlos claramente no puede controlar su genio, la historia se reduce a Ramón o a mí.
-¿Qué hay de Claudia y de Verónica? – Inquirió Ramón.
-El día en el que me deje gobernar por una mujer, tendréis mi permiso para arrancarme las pelotas con tenazas ardiendo.
-Créeme que para eso te queda muy poco – se apresuró a decir Carlos – en cuanto salgamos de aquí pienso ser yo quién te las corte con un cristal roto.
-Calma. A los dos. – dijo rapidamente Ramón – Vamos a llevarnos bien. Bueno, creo que ya es hora de que alguien nos diga el porqué de todo este lío, ¿No es así, Bucher?
-Si, militarzucho de tres al cuerto, mi parte está cumplida. Ya tienes toda la información de esa dichosa grieta, así que ahora te toca a ti cascar el porqué has provocado todo este desorden.
-Es justo. Lo único que pido es que lo escuchen todos. Incluida la niña.
Ramón se acercó a la otra habitación a avisar a las tres chicas, que se sentaron en el suelo en la parte más alejada del general.
-Bien, a cambio de mi información – dijo Fulgencio – deberéis soltarme.
-Es justo – dijo Ramón mientras los otros tres adultos le miraban de forma asesina.
-Es difícil de entender, pero espero que tratéis de verlo de forma imparcial, y no pensando que yo soy el asesino y el destructor de la libertad.
-Empieza ya – dijo Claudia de forma desafiante.
-No aceptaré tu sutil consejo, niñata…
-¡Empieza ya! – Dijo Carlos en un grito más propio de un oso que de un ser humano.
            Bucher lanzó su mirada a Carlos, que estaba de pie en el sillón, dispuesto a lanzarse encima suya si la situación lo requería así. Ramón no se había sentado en todo este momento, y comenzaba a inquietarse ante la posibilidad de volver a separarles. Claudia miraba complacida la escena, mientras Verónica trataba de distraer a Laurita para que no viera la posible agresión. Ramón pidió de nuevo a Carlos que se sentara, pero esta vez no obedeció. Esta vez se bajó del sofá, y se acercó a Bucher de forma pausada. Se arrodilló para estar a su altura, y acercándose a su oido comenzó a hablarle.
            -Mira, hijo de puta…
            -Mira, hijo de puta… - Dijo Bucher en tono más alto, para que lo oyeran todos.
            -¡Escúchame bien lo que te voy a decir, payaso! ¡O comienzas a largar por esa boca todo lo que tienes que decir, o te juro que no esperaré a que estemos fuera de la vista de la niña para cortarte el cuello! ¡Y si crees que es un farol, te recuerdo que tengo en mi posesión armas con las que puedo atravesarte la cabeza!
            -¡Basta ya! – Dijo Ramón a pleno pulmón – Siéntate y cállate. Calláos todos, y con un poco de suerte, hasta podremos enterarnos de porqué estamos aquí. ¡Puede que incluso nos de pistas para poder sobrevivir cuando salgamos!
            El silencio se hizo de nuevo en la sala. Carlos esta vez miraba de forma muy destructiva, si se puede decir así, a Ramón, que le aguantaba la mirada y con ello el envite. Verónica miraba de forma interesada a Carlos, mientras que Claudia sonreía de forma desafiante al general, que no apartaba la vista de la niña, que a su vez escondía su rostro tras la niña.
            -Tienes pelotas, albañil… - Dijo el general tranquilamente – y tienes mucha suerte. Te prometo que tu comportamiento te haría caer en pocas horas ahí fuera, y eso si hubieras tenido la suerte de sobrevivir a las explosiones causadas por las bombas. También te diré algo: que desde el momento en el que estamos los dos aquí, somos compañeros, te guste o no. ¿Crees que a Ramón le hace gracia que yo esté aquí? ¿Crees que a mí me gusta haber acabado aquí dentro con un loco y tres mujeres? No, pero ten claro que no nos quea otra que cooperar. Y parece que Ramón comienza a tenerlo claro. Tal vez tú también necesites un golpe en la abeza.
            -Como vuelvas a levantarte – dijo Ramón al ver el amago de Carlos – de amordazaré a ti y soltaré a Bucher. Tú eliges. Y ahora, continúa, Bucher.
            -Gracias… Bien, nuestras informaciones dicen que la radiación de la bomba dura 40 días, en los que va desapareciendo de forma lenta pero continua. Ramón tenía esa información, lo que me hace sorprenderme acerca del cómo lo sabía… Pero lo cierto es que el creador de esta bomba es una persona muy hábil. No es una carga muy potente la que se encuentra en el explosivo, pero es lo suficientemente potente como para destruir una ciudad entera. Es una explosión en linea horizontal, lo que explica que el bunker siga casi intacto. Por otro lado, la dispersión de la radiactividad no es del todo cierta. Desaparece la gran mayoría, pero una parte no desaparece, sino que se va moviendo por la rotación de la tierra. No es una carga letal ni perjudicial apenas, pero si es cierto que si se ha lanzado en más lugares aparte de en Libia y España, podríamos estar hablando de un holocausto nuclear. Y si eso ocurre, estamos en un grave problema.
            -¿Hay alguna posibilidad de que el lanzamiento de bombas se haya parado?
            -Sinceramente, no. No si los informes que tenía en mis manos se han producido.
            -¿Qué decían esos informes? – Preguntó Claudia con la seriedad que solía faltarla.
            -Si mis informes son ciertos, podríamos estar hablando del fin de la raza humana tal y como la conocemos.